21 Dic El Amor es difícil de explicar con palabras
El Amor es difícil de explicar con palabras
Pero sí puedo reconocer las situaciones en las que hago una elección. Las veces que me alejo del Amor.
A menudo, me acompaña esa sensación de estar esperando. Cuando reciba la noticia, cuando llegue a casa, cuando sea la hora de plegar, cuando me jubile. La espera es un muro que me aísla del presente. De hecho, nada me impide dejar de esperar y zambullirme en el momento que es ahora. Este cambio, lo vivo como un vacío inquietante que me conecta con un miedo atávico. Lo que sea para huir de la angustia, la incertidumbre. Del miedo.
Coger el móvil para mirar la hora y, de paso, echar un vistazo a las noticias, revisar aquella oferta golosa, volver a ver las fotos del fin de semana y reaparecer pasado un tiempo con la sensación de haber estado en un mundo paralelo. Se le llama desconectar. ¿Pero de qué? ¿Quién ha elegido por mí?
Cuando decido enredarme en el sacrificio, la culpa, la vergüenza. Estos sentimientos tan propios en los que nos gusta revolcarnos lo suficientemente a menudo como para considerarlos adictivos. Esto tampoco es Amor.
¿Por qué no podemos dejarnos en Paz? ¿Darnos el permiso para permanecer tranquilos y conscientes de nosotros mismos? ¿De estar en silencio si no hay nada que decir?
No, no es sencillo. Es fácil caer en la exigencia y eso también nos aleja del Amor. Pero quizás, en nombre del Amor, podríamos empezar a hacernos preguntas. Cada uno las suyas.
De hecho, cuando sentimos la disponibilidad, este permanecer en el “no se” es una buena manera de abrir puertas al Amor.
Autora
Rosa Montells
Terapeuta Gestalt con quince años de experiencia, miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG). Instructora de Movimiento Consciente Río Abierto. Profesora de Cocina Natural y Energética. Licenciada en Farmacia.