27 Mar Gestalt en grupo
Gestalt en grupo
Gestalt es una terapia humanista que tiene que ver con crear puentes de comunicación con uno mismo y con los demás. Se apoya en pilares como la presencia, la conciencia y la responsabilidad, entendida ésta como una actitud que facilita asumir las riendas de la propia vida.
Persigue abrir un espacio de acompañamiento en el que construirnos como individuos, en contacto con la realidad más que con las fantasías o ilusiones de quien deseariamos ser.
El aprendizaje de estar atentos a sensaciones, pensamientos y emociones, facilita atravesar conflictos de una forma más eficaz y en sintonía con lo que queremos. Poner el foco en nuestras carencias y potenciales, posibilita ser el motor de cambio para muchas situaciones.
Aunque a menudo la forma habitual de recibir terapia es de forma individual, las ventajas de la terapia en grupo son bien reconocidas. En la historia reciente, la terapia de grupo ha sido una práctica mayoritaria y, de hecho, la formación de los terapeutas gestalt combina todavía un proceso personal profundo en grupo y prolongado en el tiempo, conjuntamente con la terapia individual.
Somos seres sociales, nuestra personalidad se constituye en relación y es en las relaciones con los demás donde jugamos a los juegos neuróticos y caracteriales que tanto nos cuestan descubrir.
Así, es en un entorno de confianza, honestidad y no juicio como son los grupos de terapia gestalt, que podemos atravesar y desvelar nuestras estrategias relacionales más profundas.
El trabajo en grupo incluye el nivel individual, compuesto por los “darme cuenta” propios que se despiertan con las propuestas, el nivel de interrelación con los demás y el nivel de grupo, entendido este como un ente añadido, que emerge gracias a la presencia de sus miembros. El grupo también presenta etapas de maduración y desarrollo.
Podríamos decir que el grupo es el espacio privilegiado de la experimentación social. El grupo nos ve, enseña los puntos ciegos y desprograma patrones automáticos que nos permitieron adaptarnos al ámbito familiar y que después nos mantienen encajonados frente al mundo.
El grupo también empuja a nadar en las aguas nada confortables de la confrontación y el rechazo para rescatarnos después más nítidos y maduros. Es un buen marco donde deshacerse para reconstruirse. Un espacio para dejarse sentir el dolor de soltar lo que ya no sirve y abrirnos a nuevos descubrimientos. Un lugar donde aprender a sostener.
Los grupos de terapia gestalt suelen disponer de un encuadre o acuerdos para poder formar parte. Facilitan generar confianza para abrirse a compartir determinadas situaciones. Así, esta red de seguridad que se construye entre todos, facilita participar en libertad.
Después de esta época en la que nos hemos sentido forzados al aislamiento, regresa el deseo de grupo, de mostrarnos y crecer juntos.
Autora
Rosa Montells
Terapeuta Gestalt con quince años de experiencia, miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG). Instructora de Movimiento Conciente Río Abierto. Profesora de Cocina Natural y Energética. Licenciada en Farmacia.