![Amor](https://www.alzinadecollbato.cat/wp-content/uploads/2017/06/blog_amor-e1527272011162.jpg)
06 Feb Hoy querría hablar del Amor
Pero no de ese sentimiento loco que emerge cuando las cosas nos van bien o de lo que sentimos cuando proyectamos nuestros anhelos en alguna persona.
Quería hablar de un estado más profundo que se cocina a fuego lento y que habla de nosotros cuando la vida nos planta cara. Se presenta en las diferentes maneras de acompañarnos cuando las cosas no salen como quisiéramos o en los momentos en que vivimos con más fuerza lo que nos falta que lo que tenemos.
Estoy hablando del amor que comienza con nosotros mismos. De este personal manera de estar con nosotros cuando nos sentimos frágiles, vulnerables, inadecuados y, incluso, poco amorosos.
He ido descubriendo que el amor es espacio. Espacio para permitir que las cosas sean como son sin pretender impedir los cambios que la vida nos lleva y también para quedarnos quietos, sin resolver, atentos a descubrir cómo es la realidad en realidad.
Soy de la opinión que el amor podemos generarlo. Este aprendizaje tiene que ver con querer avanzar en la vida amando algunos miedos y vergüenzas propias que no sabemos explicar porque a menudo nos acompañan desde tiempos en que aún no sabíamos expresarnos y que constituyen nuestras dificultades y carencias personales. En este sentido, responde a una voluntad de mirar y permitir, de rendición.
Hacemos camino al andar; cuando nos hemos embarrado varias veces nos es más sencillo empezar a renunciar a esta persona -perfecta- que hubiéramos querido ser y vamos disponiendo de más espacio, amor, porque la exigencia no nos imponga ser diferentes de quienes somos.
Entonces es cuando aparece el otro, en realidad. O los otros. La pareja, el amigo, el padre, los compañeros. El otro al que podemos estimar en la medida que disponemos de suficiente espacio para que se comporte tal y como es. No porque nos da o lo necesitamos; ¡no! Sino porque yo, que aprendo a acompañarme y reconozco algunos de mis límites y necesidades, puedo compartir un determinado espacio con los límites y necesidades de este otro. ¡La intersección es poderosa!
Cultivar amor es crear espacio.
Permanecer tranquilamente a tocar del miedo, bailar suavemente con la incertidumbre, abrazar la propia vulnerabilidad. Es desde esta aceptación que puedo arriesgar y salir de mi área de confort para encontrarte.